Workflow

Recibimos tu texto en el formato del que dispongas: MS Office, PDF, InDesign, HTML...o una fotografía. No te preocupes por ello; aunque no dispongas del formato necesario para traducirlo con un Sistema de Memoria de Traducción, nosotros nos encargamos de convertirlo.
Analizamos tus documentos con nuestro Sistema de Memoria de Traducción, para saber el número exacto de palabras nuevas, repetidas y las frases que coinciden con tu memoria de traducción, en caso de tenerla. De esta forma, puedes obtener descuentos de hasta el 70%.
Seleccionamos el equipo de traducción más acorde a tus textos. Siempre trabajamos con traductores nativos titulados especializados en la temática de tus textos. Al finalizar la traducción, el traductor comprueba su propio trabajo.
Dependiendo de la modalidad de traducción que escojas, otro traductor igualmente especializado se encarga de la revisión de los textos. De esta manera, cumplimos con las directrices establecidas en la norma específica de traducción UNE-EN 15038.
Control de calidad. Por último, y si la modalidad de traducción, formato y plazos así lo permiten, realizamos un control de calidad interno para comprobar que todo está traducido, no hay errores ortográficos, las cifras y puntuación son correctas, etc.
Reconvertimos los documentos al formato original en que los recibimos. Dependiendo de la modalidad que hayas escogido, maquetamos los documentos o los entregamos sin edición del formato, pero con una comprobación de calidad previa del documento final.
Una vez maquetados, hacemos un control de calidad final y te entregamos tus documentos. Además, nos gusta hacer un breve seguimiento para comprobar que estás satisfecho con el resultado.
Finalmente, guardamos y, dado el caso, actualizamos tu memoria de traducción para que puedas beneficiarte de ella en futuras traducciones. Cuanto más traduzcas, más barato puede resultar 😉